por Jason Wasserman MD PhD FRCPC
Marzo 7, 2023
Un leiomioma celular es un tumor no canceroso que comienza en la pared muscular del útero. El tumor está formado por células musculares lisas especializadas que normalmente se encuentran en una parte del útero llamada miometrio. El tumor se denomina "celular" porque contiene más células que el miometrio normal que lo rodea.
Los leiomiomas de células pequeñas normalmente no causan ningún síntoma. Los tumores más grandes pueden causar síntomas como dolor abdominal, presión y sangrado vaginal.
En el útero, no hay diferencia entre un leiomioma celular y un fibroma. Ambos términos se utilizan para describir el mismo tipo de tumor no canceroso.
Los leiomiomas celulares a menudo se diagnostican después de que se ha extirpado todo o parte del útero y un patólogo ha examinado el tejido bajo el microscopio. Para muchas pacientes, el útero se extirpa por otras razones y el tumor se encuentra de manera incidental.
Cuando se examina bajo el microscopio, un leiomioma celular se compone de células largas y delgadas llamadas células fusiformes. El número de células en el tumor suele ser mucho mayor que el número de células en el miometrio normal circundante. Las células fusiformes en el tumor a menudo se describen como creciendo en fascículos que son largas cadenas de células interconectadas. Vasos sanguíneos de paredes gruesas y espacios abiertos llamados Quistes se ven comúnmente. Extraño figuras mitóticas (células tumorales que se dividen para crear nuevas células tumorales) también pueden verse.
Cambio degenerativo es un término que usan los patólogos para describir la descomposición del tejido con el tiempo. Es muy común ver cambios degenerativos en un leiomioma celular, especialmente los más grandes que han estado creciendo durante mucho tiempo.
Algunos leiomiomas celulares crecen tanto que la sangre no puede llegar a todas las células del tumor. Las células que no reciben sangre sufren un tipo de muerte celular denominada necrosis y el área del tumor que muere se describe como un infarto. La necrosis tipo infarto es muy común en tumores que han sido tratados con terapia hormonal o embolización.