Una coleccion de eosinófilos El tejido interno se llama absceso eosinofílico. Los abscesos eosinofílicos se observan a menudo en áreas de infección, especialmente infecciones causadas por hongos o parásitos. Si la colección es lo suficientemente grande, puede formar una sustancia pegajosa llamada pus. Un microabsceso eosinofílico es un pequeño grupo de eosinófilos dentro del tejido. Los microabscesos sólo se pueden ver cuando el tejido se examina con un microscopio.
Las infecciones parasitarias se encuentran entre las causas más comunes de abscesos eosinofílicos. Organismos como Entamoeba histolytica (que causa abscesos hepáticos amebianos) y diversos helmintos (p. ej., Toxocara canis, Schistosoma spp.) pueden provocar la formación de abscesos con un componente eosinofílico significativo.
Ciertas infecciones por hongos, especialmente aquellas causadas por especies que provocan una fuerte respuesta alérgica, pueden provocar la formación de abscesos eosinofílicos. Aspergillus spp. es un ejemplo en el que la infección por hongos podría estar asociada con reacciones eosinofílicas, particularmente en personas con una afección subyacente como asma o fibrosis quística.
Este es un grupo de trastornos sanguíneos caracterizados por la sobreproducción de eosinófilos. Cuando este exceso de eosinófilos se infiltra en los tejidos, puede provocar inflamación y, en ocasiones, formar abscesos. El HES puede afectar varios órganos, incluidos la piel, los pulmones, el corazón y el tracto gastrointestinal.
Aunque más comúnmente se asocia con inflamación En lugar de la formación de abscesos, la gastroenteritis eosinofílica implica infiltración de eosinófilos en el tracto gastrointestinal. En casos graves, podría provocar la formación de abscesos.
La reacción farmacológica con eosinofilia y síntomas sistémicos (síndrome DRESS) puede, en casos raros, provocar abscesos eosinofílicos. Esta reacción grave a ciertos medicamentos se caracteriza por un recuento alto de eosinófilos, erupción cutánea y afectación de órganos internos.
Aunque con menos frecuencia, las reacciones alérgicas graves a sustancias, incluidos fármacos o alérgenos, a veces pueden provocar inflamación eosinofílica y, potencialmente, la formación de abscesos si hay una reacción intensa localizada.
Esta es una forma de vasculitis que implica eosinofilia. Puede conducir a la formación de granulomas y abscesos, particularmente en el tracto respiratorio, pero que también pueden afectar a otros órganos.
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