En patología, el término "inviable" describe tejido o células que ya no están vivos ni pueden funcionar con normalidad. El tejido inviable no puede examinarse ni analizarse con precisión porque ha sufrido daño o ha muerto, lo que significa que los patólogos no pueden interpretar sus resultados con fiabilidad.
Una muestra puede volverse no viable por varios motivos, entre ellos:
Comprender por qué una muestra no es viable ayuda a los profesionales médicos a tomar medidas para garantizar muestras de mejor calidad en el futuro.
El tejido no viable afecta significativamente los resultados de las pruebas, ya que las células dañadas o muertas no reflejan con precisión el estado real del tejido o la enfermedad. Si una muestra no es viable, se puede pasar por alto información importante, o el diagnóstico podría retrasarse o ser incompleto. En algunos casos, podría ser necesario tomar otra muestra y analizarla nuevamente para garantizar resultados precisos y una planificación eficaz del tratamiento.
Generalmente, el tejido no viable no es adecuado para realizar un diagnóstico preciso porque las células están demasiado dañadas o deterioradas. Patologos Se basan en la apariencia y el estado de las células para identificar enfermedades con precisión. Si el tejido no es viable, suele ser necesaria otra muestra para confirmar o aclarar el diagnóstico.
Sí, las células cancerosas pueden volverse inviables, especialmente después de tratamientos como quimioterapia o radioterapia. Las células cancerosas inviables están muertas o gravemente dañadas y ya no pueden crecer ni propagarse. Identificarlas puede indicar que el tratamiento ha sido eficaz. Además, las muestras de cánceres de rápido crecimiento pueden volverse inviables debido a un suministro de sangre insuficiente, lo que provoca la muerte celular. En estas situaciones, es posible que los patólogos no puedan realizar un diagnóstico definitivo a partir de la muestra inicial, por lo que podría requerirse otra.