
Atrófico describe tejidos u órganos que se han vuelto más pequeños o más delgados debido a la disminución del tamaño o número de células. Este cambio es benigno (no canceroso) y refleja cómo se ve el tejido al microscopio. No es un diagnóstico médico específico, pero se utiliza comúnmente por... patólogos para describir cambios en los tejidos.
¿Qué causa que el tejido se vuelva atrófico?
Los tejidos pueden atrofiarse por varias razones:
- Disminución del suministro de sangre: Los órganos requieren un flujo sanguíneo adecuado para mantenerse sanos. Cuando este se reduce durante un tiempo prolongado, los tejidos se atrofian. Por ejemplo, los tejidos que rodean un tumor grande pueden atrofiarse debido a la presión que limita el suministro de sangre.
- Desuso (falta de uso): Los tejidos o músculos que no se utilizan con regularidad pueden atrofiarse. La contracción muscular tras una inactividad prolongada o una lesión es un ejemplo típico.
- Disminución de la estimulación hormonal: Ciertos órganos dependen de las hormonas para mantener su tamaño y función. Con la edad, los niveles hormonales disminuyen, lo que provoca atrofia en órganos como la mama y el endometrio.
- Inflamación crónica: Largo plazo inflamación Puede dañar los tejidos, provocando cambios atróficos. Un ejemplo típico es gastritis atrófica, donde la inflamación persistente del revestimiento del estómago hace que el tejido se adelgace.
¿Dónde se encuentra comúnmente el tejido atrófico?
Los cambios atróficos pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero se observan más comúnmente en:
- Músculos después de periodos de inactividad.
- Tejido mamario y revestimiento del útero después de la menopausia.
- Tejido cerebral en adultos mayores.
- Los tejidos se ven afectados por un flujo sanguíneo deficiente.
- El estómago, especialmente en enfermedades como la gastritis atrófica.
¿Cuáles son los síntomas del tejido atrófico?
Los síntomas dependen de la localización:
- La atrofia muscular puede provocar debilidad o encogimiento visible.
- El tejido mamario o uterino generalmente no presenta síntomas, pero puede provocar cambios físicos.
- La atrofia cerebral puede provocar pérdida de memoria o dificultad para pensar.
- Gastritis atrófica Puede provocar molestias digestivas o deficiencias de nutrientes.
Muchas veces, especialmente en los órganos internos, los cambios atróficos no causan síntomas y solo pueden descubrirse durante exámenes médicos.
¿Cómo se ve el tejido atrófico bajo el microscopio?
Al microscopio, el tejido atrófico se ve más delgado de lo normal, con células más pequeñas y espacios más amplios entre ellas. Estos cambios microscópicos indican que el tejido se ha adaptado a un menor uso, un flujo sanguíneo limitado, una menor estimulación hormonal o una inflamación persistente.