
A pólipo Es un crecimiento anormal de tejido que sobresale de la superficie hacia un espacio hueco o cavidad corporal. Los pólipos pueden formarse en casi cualquier parte del cuerpo, pero son especialmente comunes en el colon, el estómago, la cavidad nasal, los senos paranasales y el útero. La mayoría de los pólipos son crecimientos benignos; sin embargo, algunos pueden ser precancerosos, lo que significa que tienen el potencial de convertirse en cáncer si no se tratan, y otros incluso pueden contener células cancerosas (malignos).
El término "pólipo" describe únicamente la forma y la apariencia del crecimiento; no indica con exactitud de qué tipo de células está compuesto ni si es canceroso. Los patólogos examinan una muestra del pólipo al microscopio para realizar un diagnóstico definitivo. Esto les permite determinar el tipo exacto de pólipo y si presenta características que podrían requerir atención médica adicional.
La causa exacta de los pólipos depende de la zona del cuerpo donde se forman, pero los factores comunes incluyen inflamación, irritación crónica, ciertas infecciones, desequilibrios hormonales y afecciones genéticas. Por ejemplo, los pólipos de colon suelen desarrollarse debido al envejecimiento, factores dietéticos y predisposición genética. En el útero, los desequilibrios hormonales o la inflamación pueden desencadenar el crecimiento de pólipos. Comprender la causa específica suele ayudar a determinar las estrategias de tratamiento y prevención.
Los pólipos pueden desarrollarse casi en cualquier lugar, pero algunas ubicaciones comunes incluyen:
Colon (intestino grueso)
Salud Intestinal
Nariz y senos paranasales (cavidad sinonasal)
Útero (endometrio y cuello uterino)
A continuación se presentan algunos pólipos que se encuentran con frecuencia, agrupados por sus ubicaciones comunes:
Adenoma tubular (precanceroso)
Adenoma velloso (precanceroso)
Adenoma tubulovelloso (precanceroso)
Pólipo serrado sésil (precanceroso)
Pólipo hiperplásico (benigno, generalmente inofensivo)
Pólipo hiperplásico (benigno, a menudo asociado con inflamación)
Pólipo endometrial (generalmente benigno, a menudo relacionado con los niveles hormonales)
Pólipo endocervical (generalmente benigno y asociado con inflamación o cambios hormonales)
Pólipo inflamatorio sinonasal (benigno, a menudo resultado de inflamación crónica o alergias)
Los patólogos diagnostican pólipos examinando una muestra de tejido al microscopio. Generalmente, un pólipo se extirpa durante un procedimiento (como una colonoscopia o una biopsia quirúrgica) y se envía para su examen microscópico. Bajo el microscopio, el patólogo examina cuidadosamente las células que componen el pólipo para identificar si es benigno, precanceroso o canceroso. El examen microscópico también determina el tipo específico de pólipo, lo que ayuda al médico a decidir el tratamiento y el seguimiento adecuados.
Algunos pólipos, especialmente ciertos tipos que se encuentran en el colon, como los adenomas tubulares, los adenomas vellosos y los pólipos serrados sésiles, pueden volverse cancerosos con el tiempo. Debido a este riesgo, estos tipos de pólipos suelen extirparse durante los procedimientos de detección para prevenir el desarrollo de cáncer. Otros pólipos, como los hiperplásicos o inflamatorios, rara vez o nunca se vuelven cancerosos.
Es importante que un patólogo evalúe adecuadamente los pólipos, ya que conocer el tipo y el riesgo potencial ayuda al médico a gestionar su salud eficazmente. Se recomiendan revisiones periódicas y citas de seguimiento para detectar los pólipos a tiempo y prevenir posibles complicaciones.