Histiocitos


27 de Julio de 2023


histiocitos

Los histiocitos son un tipo de células inmunes que forman parte del mecanismo de defensa del cuerpo contra infecciones y sustancias extrañas. Pertenecen al sistema fagocítico mononuclear, que incluye monocitos en la sangre y macrófagos en los tejidos. Los histiocitos desempeñan un papel importante en la respuesta del sistema inmunológico a los patógenos y en la reparación y mantenimiento de los tejidos. Se ven comúnmente en áreas de inflamación crónica.

¿Qué hacen los histiocitos?

Los histiocitos tienen varias funciones importantes en el cuerpo:

  • Fagocitosis: pueden fagocitar y digerir restos celulares, sustancias extrañas, microbios y células cancerosas, un proceso conocido como fagocitosis.
  • Presentación de antígenos: Los histiocitos procesan materiales extraños y los presentan en su superficie a las células T, facilitando la respuesta inmune adaptativa.
  • Secreción de citoquinas: Producen citoquinas, que son moléculas de señalización que ayudan a modular la respuesta inmune, atrayendo otras células inmunes a los sitios de infección o inflamación.

¿Dónde se encuentran normalmente los histiocitos?

Los histiocitos se encuentran principalmente en el tejido conectivo de órganos no inmunes como la piel, los pulmones y el tracto digestivo y en pequeños órganos inmunes llamados ganglios linfáticos. Como parte del sistema de fagocitos mononucleares, se distribuyen ampliamente para vigilar y responder a infecciones o lesiones.

¿Cómo se ven los histiocitos bajo el microscopio?

Bajo el microscopio, los histiocitos aparecen como células grandes con una forma distintiva, ovalada o dentada. núcleo y abundante citoplasma. El citoplasma puede contener vacuolas o gránulos debido a su actividad fagocítica. Los histiocitos pueden diferenciarse en varios tipos de células, incluidas células dendríticas y macrófagos, según el contexto del tejido y las señales que reciben. En secciones de tejido teñidas con hematoxilina y eosina (H&E), los histiocitos son identificables por su tamaño, la forma de su núcleo y sus características citoplasmáticas.

Su apariencia puede variar dependiendo de su estado de activación y del tejido específico en el que se encuentren. Cuando se activan, por ejemplo, durante una infección o inflamación, pueden aumentar de tamaño y el número de gránulos o vacuolas en su citoplasma pueden volverse más prominentes, lo que refleja su mayor actividad fagocítica o presentadora de antígenos.

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