Los mastocitos son un tipo de glóbulo blanco que participa en la respuesta inmunitaria del cuerpo. Su aspecto es similar al de los glóbulos blancos. basófilos, y ambos tipos contienen gránulos grandes en su interior. citoplasma (cuerpo). Sin embargo, los mastocitos se originan a partir de diferentes líneas celulares y se pueden encontrar en todo el cuerpo.
Los mastocitos desempeñan un papel fundamental en la defensa del organismo contra los parásitos y en las reacciones alérgicas. Cuando se activan por diversos desencadenantes, como alérgenos, patógenos o lesiones físicas, los mastocitos liberan una serie de potentes mediadores en los tejidos circundantes, entre ellos histamina, proteasas, citocinas y quimiocinas.
La histamina es un potente vasodilatador que aumenta el flujo sanguíneo y la permeabilidad de los tejidos circundantes, lo que permite que las células inmunitarias y otras moléculas accedan al lugar de la infección o la inflamación. La histamina también puede provocar los síntomas característicos de una reacción alérgica, como picazón, hinchazón y broncoconstricción.
Los mastocitos también reclutan y activan otras células inmunes, como eosinófilos y las células T, al sitio de inflamaciónAdemás, se les ha implicado en la regulación de la angiogénesis (la formación de nuevos vasos sanguíneos), la reparación de tejidos e incluso el mantenimiento de la homeostasis.
Los mastocitos se encuentran ampliamente distribuidos en el cuerpo, especialmente en los tejidos que entran en contacto con el ambiente externo, como la piel, las vías respiratorias y digestivas.
Si bien los mastocitos son importantes para la respuesta inmunitaria del cuerpo, su activación también puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, como alergias, asma, enfermedad inflamatoria intestinal y trastornos autoinmunes.