por Jason Wasserman MD PhD FRCPC
25 Julio 2025
Esofagitis eosinofilica Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta el esófago, el conducto muscular que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago. En esta afección, el revestimiento interno del esófago se inflama debido a la acumulación de eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco que participa en las respuestas alérgicas. Con el tiempo, esto inflamación Puede dañar el tejido e interferir con el funcionamiento normal del esófago.
La esofagitis eosinofílica puede causar diversos síntomas. Estos pueden incluir:
Dificultad para tragar alimentos, especialmente alimentos duros o secos.
Los alimentos se quedan atascados en el esófago después de tragarlos (lo que se conoce como impactación alimentaria).
Dolor de garganta o pecho.
Una sensación de opresión o presión en el pecho.
Acidez estomacal o síntomas similares al reflujo ácido (ERGE).
En los niños, los síntomas pueden incluir dificultades para alimentarse, vómitos o poco aumento de peso.
Si no se trata, a largo plazo inflamación Puede provocar que el esófago se estreche (una afección llamada estenosis), lo que puede dificultar aún más la deglución de alimentos sólidos.
Se cree que la esofagitis eosinofílica se desencadena por una reacción alérgica, a menudo a alimentos específicos. Cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a estos alérgenos alimentarios, envía... eosinófilos al revestimiento del esófago. La presencia de estas células inmunitarias provoca inflamación y daño tisular.
A diferencia de las alergias alimentarias típicas, que causan síntomas como urticaria o anafilaxia, la esofagitis eosinofílica causa síntomas más sutiles y a largo plazo que afectan al esófago. La reacción ocurre a medida que el alimento pasa por el esófago, incluso si nunca llega al estómago.
Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar esofagitis eosinofílica:
Antecedentes personales o familiares de alergias, asma, eczema o fiebre del heno estacional.
Un padre o hermano con esofagitis eosinofílica.
Antecedentes de alergias no alimentarias o alérgenos ambientales.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), especialmente cuando es de larga duración o está mal controlada.
La ERGE puede dañar el revestimiento protector del esófago, lo que facilita que los alérgenos alimentarios desencadenen una respuesta inmunitaria.
El diagnóstico de esofagitis eosinofílica requiere un procedimiento llamado endoscopia digestiva alta con biopsias. Durante este procedimiento, el médico introduce un tubo delgado y flexible con una cámara en el esófago para examinar el tejido que recubre el tejido. Si se sospecha esofagitis eosinofílica, se toman varias muestras pequeñas de tejido llamadas biopsias Se tomarán de diferentes áreas del esófago.
Dado que la inflamación en la esofagitis eosinofílica puede presentarse en parches, es importante tomar biopsias de las partes superior (proximal), media e inferior (distal) del esófago. Estas muestras se envían a un patólogo, quien los examina bajo un microscopio.
Cuando un patólogo examina las muestras de biopsia bajo el microscopio, busca signos específicos de inflamación:
Eosinófilos intraepiteliales: Un gran número de eosinófilos se ven en el epitelioLa fina capa de células que recubre el interior del esófago. Esta es la característica clave de la esofagitis eosinofílica.
Microabscesos eosinofílicos: pueden formarse pequeños grupos de eosinófilos, especialmente en los casos más graves.
Hiperplasia de células basales: La capa inferior del epitelio, conocida como célula basal capa, se vuelve más gruesa a medida que el esófago intenta reparar el daño.
Espongiosis: Pueden formarse pequeños espacios entre las células del epitelio, un signo de inflamación en curso.
Estos cambios confirman el diagnóstico y ayudan a los médicos a comprender la gravedad de la afección.
El tratamiento generalmente implica uno o más de los siguientes:
Cambios en la dieta: Su médico puede recomendarle una dieta de eliminación para identificar y eliminar los alimentos desencadenantes.
Inhibidores de la bomba de protones (IBP): estos medicamentos reducen el ácido estomacal y pueden ayudar a reducir la inflamación.
Corticosteroides tópicos: estos medicamentos se tragan (no se inhalan) para cubrir el esófago y reducir la inflamación.
Dilatación endoscópica: en algunos casos, si el esófago se estrecha, se puede realizar un procedimiento para estirarlo suavemente y aliviar los síntomas.
El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, aliviar los síntomas y prevenir daños a largo plazo.
¿Necesitaré cambiar mi dieta y debería consultar a un alergista o dietista?
¿Qué tratamientos me recomiendan para controlar la inflamación?
¿Cómo monitorearemos la condición a lo largo del tiempo?
¿Esta condición podría causar daños a largo plazo en mi esófago?