Necrosis fibrinoide



La necrosis fibrinoide es un tipo específico de daño tisular que se caracteriza por la acumulación de material similar a la fibrina en los tejidos, especialmente en las paredes de los vasos sanguíneos. Suele ocurrir cuando los vasos sanguíneos sufren lesiones graves debido a reacciones inmunitarias o hipertensión arterial. El nombre "fibrinoide" proviene de su similitud con la fibrina, una proteína que normalmente participa en la coagulación sanguínea.

¿Qué causa la necrosis fibrinoide?

La necrosis fibrinoide generalmente ocurre en respuesta a tipos específicos de lesión o inflamación.

Las causas comunes incluyen:

  • Reacciones inmunitarias: Afecciones en las que el sistema inmunitario ataca por error las paredes de los vasos sanguíneos, lo que provoca inflamación (vasculitis) Ejemplos incluyen enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico (LES), la artritis reumatoide y la poliarteritis nodosa.
  • Presión arterial alta severa: la presión arterial extremadamente alta puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos, lo que provoca necrosis fibrinoide.
  • Preeclampsia: Una afección relacionada con el embarazo que se caracteriza por presión arterial alta, que a menudo provoca daño a los vasos sanguíneos de la placenta.
  • Infecciones graves: Ciertas infecciones pueden causar una inflamación intensa, dando lugar a necrosis fibrinoide.

¿Cómo se ve la necrosis fibrinoide bajo el microscopio?

Al microscopio, la necrosis fibrinoide se presenta como depósitos sin estructura, de color rosa brillante, dentro o alrededor de las paredes de los vasos sanguíneos. Estos depósitos contienen fibrina, proteínas plasmáticas y restos celulares, lo que da a la zona afectada una apariencia distintiva, lisa y amorfa. Los patólogos utilizan tinciones especiales, como hematoxilina y eosina (H&E), para resaltar el material fibrinoide, haciendo que sea más fácil verlo claramente contra los tejidos circundantes normales.

¿Por qué es importante la necrosis fibrinoide?

La necrosis fibrinoide debilita las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar complicaciones graves como hemorragias o coágulos sanguíneos (trombosis). Estas complicaciones pueden interrumpir el flujo sanguíneo y dañar los órganos, afectando su correcto funcionamiento. Identificar la necrosis fibrinoide ayuda a los patólogos a diagnosticar ciertas afecciones, comprender la gravedad de la enfermedad y orientar los tratamientos adecuados.

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